Leyendo recetas anteriores me he dado cuenta que os he comentado ya algunas veces alimentos que no me gustan y apto seguido os he puesto una receta que lo lleva. Algunos pensaréis que es una incongruencia, pero la verdad es que aunque haya alimentos que por separado no me gusten nada, nunca me cierro a probar recetas que los lleven antes de decidir si me gusta o no. Hay personas que sin haber probado una cosa, ya dan por hecho que no les gusta. Yo cuando era más jovencita era así, hasta que un día probé la coliflor que como el olor no me gustaba jamás la había probado, otro día las espinacas que de pequeña decía que eso era pasto para las vacas..... Y ahora son dos cosas que me encantan, así que empecé a plantearme que más me estaría perdiendo. Así que ya sabéis, para decir que algo no te gusta, SIEMPRE, hay que haberlo probado antes, ¿no creéis?
Para que os salga bien esta receta la mostaza es indispensable que sea la de Dijon y no debéis salpimentar los solomillos, ya que con la mostaza y la margarina quedarán sabrosos.
Para que os salga bien esta receta la mostaza es indispensable que sea la de Dijon y no debéis salpimentar los solomillos, ya que con la mostaza y la margarina quedarán sabrosos.
INGREDIENTES
*3 solomillos de cerdo
*200 grs de mostaza de Dijon
*Margarina
*Miel
1- Precalentamos el horno a 200º.
2- Untamos los solomillos generosamente con margarina por uno de los lados y ponemos ese lado sobre la fuente de horno. Le echamos un poco de margarina por la parte de arriba y encima los cubrimos con bastante mostaza. Metemos al horno.
3- Cuando veamos que la mostaza tiene aspecto de solidificarse, que parece que se está empezando a poner dura (a los 20 minutos aproximadamente), damos la vuelta a los solomillos varias veces para que se impregnen del jugo, la mostaza y la margarina. Los vamos girando cada 10-15 minutos. Aproximadamente tardarán en hacerse una hora, aunque dependerá del horno y del tamaño de los solomillos.
4- Cuando comprobemos que están hechos, le echamos un chorreón de miel a cada solomillo y dejamos 5 minutos más.
5- Sacamos del horno, cortamos y echamos un poco de la salsa por encima y el resto lo servimos en una salsera (sale bastante salsa).
2- Untamos los solomillos generosamente con margarina por uno de los lados y ponemos ese lado sobre la fuente de horno. Le echamos un poco de margarina por la parte de arriba y encima los cubrimos con bastante mostaza. Metemos al horno.
3- Cuando veamos que la mostaza tiene aspecto de solidificarse, que parece que se está empezando a poner dura (a los 20 minutos aproximadamente), damos la vuelta a los solomillos varias veces para que se impregnen del jugo, la mostaza y la margarina. Los vamos girando cada 10-15 minutos. Aproximadamente tardarán en hacerse una hora, aunque dependerá del horno y del tamaño de los solomillos.
4- Cuando comprobemos que están hechos, le echamos un chorreón de miel a cada solomillo y dejamos 5 minutos más.
5- Sacamos del horno, cortamos y echamos un poco de la salsa por encima y el resto lo servimos en una salsera (sale bastante salsa).
No hay comentarios:
Publicar un comentario